miércoles, 19 de septiembre de 2012

Confianza: el camino a seguir


Dicen que los peores consejos que se pueden dar a alguien que está aprendiendo seducción son 1) Actúa con confianza y 2) Se tu mismo. Sin embargo, creo que el primer consejo está mal formulado. El verdadero consejo debería ser “adquiere confianza”. Tener confianza es lo que realmente paga. Ni rutinas, ni pavoneo, ni técnicas le llegan a los talones a los beneficios que se pueden cosechar gracias a una confianza sólida.

Para desarrollar mejor el concepto veamos algunos aspectos relacionados a la confianza. La confianza es sinónimo de competencia. Según el diccionario la confianza es la creencia de que se puede hacer las cosas bien, es decir, la confianza está relacionada a la habilidad de realizar algo de forma correcta. Lo opuesto a la confianza es la fe. Cuando se tiene la habilidad para mover montañas, no es necesaria la fe para moverlas.

La confianza es algo que se crea al momento en el que uno adquiere destreza en alguna área. Si esta destreza llega al nivel de maestría, entonces se dice que uno tiene confianza sólida. De ahí que las personas que carecen de confianza son personas que por lo general no son buenas para nada. Si no me creen, identifiquen a una persona que ustedes reconozcan que tiene confianza, 9 de 10 va a ser una persona que es excepcionalmente buena en algún campo.

Dicho esto, el proceso para construir confianza es primero identificar una área a cultivar, un campo a desarrollar. Este puede ser cualquiera: ingeniería, comunicación, música, etc. Mientras más específico mejor. Una vez realizado esto, se debe poner manos a la obra tratando de adquirir la habilidad necesaria para realizar este campo de forma competente. Esto requiere tiempo y esfuerzo, pero una vez conseguida, como decía un maestro shaolin, la verdadera habilidad viene sin esfuerzo. Después, este proceso puede ser replicado a otras áreas. La confianza una vez sembrada no para de crecer. Todo lo que crece por lo general tiene raíces fuertes.

Pensemos en Arnold Schwarzenegger por ejemplo. Empezó como fisicoculturista, luego se convirtió en actor y décadas más tarde pasaría a convertirse en gobernador del estado de California. Todas estas facetas están totalmente desvinculadas una de la otra, sin embargo vienen a demostrar que cuando uno es bueno en algo, esto puede ser transferido a otras áreas de la vida. Esto es posible gracias a que los principios para adquirir confianza son los mismos: paciencia, constancia, disciplina, tolerancia a perder, etc.


Como puede verse, el camino para adquirir confianza es largo. Es por eso que muchos no lo toman y optan por atajos como el uso de rutinas. No me malinterpreten, las rutinas funcionan y funcionan bien ;-). Sin embargo, una vez construida la confianza, todo es más fácil y lo más importante es que uno ya no tiene que esforzarse. En seducción menos es más. El mejor Juego es no jugar y los verdaderos jugadores no escogen… son escogidos. Definitivamente, el nombre del juego es BRILLAR Y RECLINAR.





Saludos cordiales,




Mr. Hyde