jueves, 9 de febrero de 2012

El Juego es para venderlo





La sabiduría de la calle reza que “El Juego es para venderlo, no para decirlo “. No podría estar más de acuerdo. Recuerdo que cuando empecé mi educación en el Juego, había muchos amigos a los que quería ayudar a crecer conmigo. Sin embargo, no todos los que empezaron pudieron continuar y ahora que el tiempo ha pasado y puedo ver hacia atrás, creo saber por qué.

Es naturaleza humana el dar valor a las cosas basándonos en el esfuerzo que requiere obtenerlas. Requiere mayor esfuerzo obtener un gramo de diamantes que un quintal de carbón. Es por eso que una mujer no aprecia cuando se le regala un trago; el hermoso gesto realmente carece de valor cuando no se ha hecho un merito para recibirlo. De igual manera, aprender el juego surge de una necesidad. Esta necesidad muchos no la tienen y de ahí que no se esfuerzan por progresar en esta área. No importa cuanta información se le proporcione a esa persona, simplemente no va a aprender pues no tiene necesidad de hacerlo. Sin esfuerzo no hay valor. De ahí que el Juego solo es verdadero con los que son verdaderos con el Juego.

Otra razón por la que el juego debe ser vendido es porque el conocimiento es poder. Acumular conocimiento aumenta el número de herramientas para generar sabiduría y entendimiento. Más recursos para poder generar riqueza de cualquier tipo. En el mundo los alfas compiten por el primer lugar y regalar el Juego a veces puede ser contraintuitivo, siempre es bueno jugar por posición. Todavía recuerdo todas las deudas que he tenido que pagar para aprender esto y sé que no fue fácil. Este conocimiento vale mucho y brinda demasiadas ventajas.

Un ejemplo. En tu compañía eres el único que sabe como desempeñar cierta función. Para aprender esta habilidad tal vez tuviste que ir a la universidad, incluso sacar un posgrado. Cosas que requirieron tiempo, dinero y esfuerzo. De repente tu Jefe te notifica que debes enseñarle todo tu conocimiento a un asistente. Tu buena voluntad por ver a tu empresa crecer te lleva a capacitar a esta persona. Por inteligencia económica tu jefe decide que, ahora que el asistente que gana la mitad de tu sueldo sabe hacer tus mismas funciones, ya no es necesario seguir invirtiendo en ti, y eres despedido. Es difícil a veces darse cuenta como el Juego se está jugando. Pero una vez más, si has pagado tus deudas, podrás ver el juego porque EL JUEGO RECONOCE AL JUEGO.

 
Así que la próxima vez que te sientas tentado a hablar del juego a los neófitos piensa, ¿Qué es lo estoy obteniendo en retorno?


 

Saludos cordiales,



Mr. Hyde